La Ley de Segunda Oportunidad, conocida como Ley de Bancarrota en Estados Unidos donde funciona desde hace más de 100 años, fue empleada por personajes famosos como Donald Trump, Steve Jobs y Walt Disney para reflotar sus imperios. Sin embargo, hay que señalar que las insolvencias en Estados Unidos llegan a un número mucho más elevado que en España. De hecho, Donald Trump se jacta de lo bien le ha ido a sus empresas en la bancarrota, llegando a afirmar durante el primer debate republicano que había “utilizado las leyes de este país… las leyes de bancarrota, para hacer un buen trabajo para mi compañía, para mí, para mis empleados y mi familia”.
Esta estrategia empresarial fue utilizada por Hillary Clinton en la carrera para ganar las elecciones presidenciales a Donald Trump. La candidata demócrata se refería a su contrincante como el magnate que “ha escrito muchos libros sobre negocios, pero casi todos terminan en el capítulo 11”. Refiriéndose al capítulo 11 del Código Federal de Bancarrotas y las múltiples veces que empresas de Donald Trump se declararon en quiebra para buscar protección legal de sus acreedores. De inmediato, el mensaje se hizo viral en las redes sociales bajo la etiqueta Chapter 11.
Este mecanismo se trasladó a los países de la Unión Europea como Ley de Segunda Oportunidad, que entró en vigor el 30 de junio de 2015, y está dirigida a los profesionales autónomos y a particulares que se encuentran en situación de bloqueo económico debido a las deudas. Es un procedimiento administrativo que pasa por el juzgado y que, si se cumplen una serie de requisitos, se puede conseguir o bien un acuerdo extrajudicial de pagos o la cancelación de las deudas. Para acogerse a esta ley es necesario que se cedan todos los bienes y activos y, una vez liquidados, se procederá a solicitar la cancelación de las deudas al juzgado correspondiente.
Recordamos las claves de la Ley de Segunda Oportunidad en el artículo publicado en nuestro blog.