Con estas palabras iniciaba su conferencia Leonardo Cervera Navas, Director del Supervisor Europeo de Protección de Datos. Esta afirmación no es una cuestión baladí procediendo del representante de la Unión Europea y de la ética en este campo. Leonardo advertía que lo que nos iba a contar en esta VI Conferencia Internacional estaba a caballo entre el derecho, la ética y la filosofía y por tanto nos iba a generar más preguntas que respuestas.
La conferencia, que se enmarca dentro del ciclo “Inteligencia artificial y economía del Dato: Reglamento General de Protección de Datos. Desafíos actuales y futuros”, comenzaba con la contextualización del órgano que dirige Leonardo Cervera. Aclarando que es la institución más pequeña de la Unión Europea, sin embargo que en ella convergen tres acciones tan importantes como la Autoridad de supervisión en el tratamiento de datos para la Unión Europea; el deber de informar sobre las propuestas legislativas en esta materia; y por último, desde el 25 de mayo, se hacen cargo de la secretaría del Comité de Protección de Datos.
Desde el Supervisor Europeo piden a los líderes europeos que se paren a pensar y Leonardo Cervera afirma que “desde la Unión Europea quieren que se marquen determinadas líneas rojas y que no se puedan traspasar…siendo el objetivo de la normativa de Protección de Datos que el tratamiento de los mismos sirva a la humanidad”.
El ponente del Supervisor recordó los principios de equidad y justicia mediante una cita de Domicio Ulpiano en la que proclama que “Hay que vivir honradamente, no dañar a los demás y darle a cada uno lo suyo” en el marco de la pregunta “¿Se puede afirmar que nuestros gobiernos y empresas se están comportando con honestidad cuando tratan los datos de los ciudadanos?”. También citó al CEO de Google, Sundar Pichai en referencia a la Inteligencia Artificial “Si hay algo que no quieres que se sepa, no lo hagas”; y a Mark Zuckerberg ante la misma alusión “nos dimos cuenta y nos aprovechamos”.
De esta manera, concluye Leonardo Cervera que “ha habido una barra libre del tratamiento de datos con la que se ha creado una enorme base de datos personales, que a su vez, ha generado un nuevo modelo económico”. Por lo tanto “hay que determinar si lo que hacen los gobiernos y las empresas es legal, es ético y es sostenible”. De ahí que “la protección de datos ha nacido para pararle los pies a las empresas tecnológicas que hacen vertidos de datos digitales y al igual que en la normativa medioambiental: el que contamina, paga”.