Este miércoles 11 de abril llega una nueva entrega de la serie «Fariña» dirigida por Carlos Sedes que está cosechando tantos éxitos de audiencia. Si bien, sus inicios fueron un poco convulsos debido a la ejecución del secuestro del libro en el que se basa, escrito por Nacho Carretero.

En marzo se ejecutó el secuestro de “Fariña” tras la demanda presentada por el exalcalde de O Grove, José Alfredo Bea Gondar, mencionado en la obra por supuestos vínculos con el narcotráfico gallego. Las últimas noticias recogen que el juzgado que ordenó el secuestro del libro ‘Fariña’ fija el juicio para el 21 de junio. De hecho, la medida en cuestión no sólo disparó las ventas de la obra sino que impulsó la serie inspirada en el libro.

A bote pronto resulta un disparate secuestrar un libro en tiempos digitales y el mejor ejemplo es la iniciativa de la Asociación Librerías de Madrid, que desde el principio se mostró disconforme con la medida, y que está detrás de Finding Fariña en El Quijote. Una herramienta que busca las miles de palabras de Fariña y las extrae para que se pueda leer la historia prohibida de Carretero. Sin embargo, esta iniciativa también ha sido truncada por el mismo juzgado.

La serie tampoco está exenta de polémica, el narcotraficante gallego Laureano Oubiña ha demandado a la productora Bambú Producciones y a Atresmedia Corporación de Medios de comunicación por la imagen que ofrece de él su personaje. Además, Laureano Oubiña también quiere publicar un libro con su versión de la historia.

Estas coincidencias se han convertido en la mejor campaña de marketing para “Fariña” libro y serie de tv. A lo largo de la historia se han dado más casos de libros y revistas que, tras ser censurados, alcanzaron una gran popularidad. Este es el caso de “El Jueves”, en 2007, por una portada en la que aparecían Felipe VI y Letizia Ortiz; en 1976 un reportaje de “Interviú” sobre las finanzas de la familia Franco; y en el caso de libros como “El Código Da Vinci”, “Los versos satánicos” o “Rebelión en la granja”.