Desde las pinturas rupestres, pasando por los frescos romanos, hasta llegar a la fotografía. La imagen ha sido fuente y puente para entender el mundo, la evolución, las emociones, la vida…
Haciendo honor al refrán “una imagen vale más que mil palabras”, usamos las imágenes para que de un solo vistazo vuelvan nuestros recuerdos, podamos contar historias, generar emociones o transmitir mensajes.
La propaganda, los boletines, las revistas y periódicos, las tiras cómicas, todas aprovechaban la imagen como pilar básico para hacerse entender, para persuadir al que observaba. Las empresas y departamentos de marketing aprendieron de ello, y pasaron a usar la imagen como recurso publicitario.
El uso del humor en ellas ha generado siempre controversia, alabado y criticado a partes iguales, olvidado más que recordado en los últimos tiempos, era el hilo conductor de todas las historias contadas por el protagonista de este artículo.
El contador de «chistes serios»
El humor, como decía el poeta latino Horacio, es una lógica sutil y de ello hizo buena muestra Antonio Fraguas de Pablo, conocido por todos como Forges.
Desde el periódico, en un espacio menor al que ocuparía una noticia de relevancia, era capaz de resumir lo que ocurría en el mundo. Lo hacía a través de sus personajes calvos, con ojos saltones, orejas redondas y nariz grande.
Describía situaciones que a su juicio, y al de sus millares de seguidores, merecían ser denunciadas, anunciadas porque generaban en él emociones que necesitaban ser contadas.
Desde el prisma del humor, el respeto y la originalidad, desde la posición de observador del mundo, generaba en el lector una contradicción emocional, al no saber si reír o llorar con su ocurrencia del día.
Merecidas sus Medallas de Oro al Mérito del Trabajo (2007) y al Mérito de las Bellas Artes (2011) por dejarnos imágenes que recordábamos durante no sólo las 24 horas siguientes, sino que compartíamos con amigos y compañeros durante varios días.
Algo que nos ocurrirá con su despedida, será difícil de olvidar en un solo día.
Viaja alto, viaja mucho, como hicieron los sellos que recogían tus viñetas.