En estas últimas semanas y días, describen algunos abogados, ha habido prisas y nervios por parte de muchos pequeños empresarios que querían presentar sí o sí una reclamación contra la Administración antes del 14 de marzo. La razón es que pensaban que era el último día para exigir una indemnización por los daños y perjuicios sufridos por el cierre que conllevó el primer estado de alarma, decretado hace justo hoy un año, antes de que venciera el plazo de prescripción.