Pedro había solicitado tantas veces el auxilio de sus vecinos ante la amenaza del lobo que cuando finalmente éste llegó y pudo comerse las ovejas a placer. “¡Que viene el texto refundido!, ¡que viene el texto refundido!” llevaba gritando desde 2015 y cuando finalmente en plena pandemia en mayo de 2020 se ha aprobado, desde el escaso sosiego que ha provocado el trascurso de la vacatio legis, toca plantearse si verdaderamente era esto lo que necesitaba nuestra legislación concursal.