El gran cambio social y tecnológico en el que se encuentra inmersa nuestra sociedad también tiene su reflejo en el sector jurídico. La globalización de las relaciones sociales y económicas, la digitalización y automatización de los procesos productivos, así como el carácter tecnológico e internacional del nuevo perfil de cliente son factores que empujan a las firmas legles hacia la innovación. Si no se produce una adaptación a esta nueva realidad, estas firmas quedan rezagadas respecto a sus competidores nacionales e internacionales, lo que constituye una verdadera amenaza para la supervivencia del sector legal español. Ahora bien, si la aptitud es la contraria, los despachos de abogados se transforman en un agente activo de innovación y aceptan y adoptan esta nueva gran oportunidad, pueden tomar una ventaja competitiva en un momento en el que el sector aún se encuentra rezagado.