Los elementos de una proyección financiera varían en función del tipo de empresa, pero cualquiera de ellos ha de incluir: un Estado de flujo de caja; una Cuenta de Pérdidas y Ganancias; un Balance y un desglose de los documentos mencionados por tiempos a corto plazo (trimestres, semestres o anuales); una descripción detallada de los activos y pasivos actuales de la empresa; un análisis del entorno competitivo y de las tendencias del mercado, y, una evaluación de sus factores de riesgo y de sus oportunidades.

Aunque inicialmente la realización de proyecciones financieras parece una tarea compleja, sin embargo, es una de las labores más satisfactorias, puesto que da la información necesaria para conocer cuál es la situación real de la empresa y hasta dónde se puede llegar.

Para conseguir el control de la empresa se recomienda que se conozcan los distintos hitos básicos para elaborar una proyección financiera. Esto se va a convertir en una guía a la hora de plantear las estrategias de crecimiento o de lanzamientos de nuevos productos.