El 19 de diciembre de 2018 entró en vigor el Real Decreto-ley 21/2018, 37 días después, el 24 de enero de 2019 ha sido derogado al no haber sido convalidado en el Congreso de los Diputados. 

Nos encontramos por tanto ante la reforma de la vivienda más corta de la historia, la cual ha supuesto que los contratos de alquiler firmados por propietarios e inquilinos entre el 19 diciembre de 2018 y el 24 de enero de 2019 hayan quedado sometidos a las modificaciones realizadas en el Real Decreto Ley y solo si las partes lo acuerdan pueden rehacer contrato y someterse a la Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994.